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Esparcieron las cenizas de Fabián O’Neill en Paso de los Toros
Sobre las 14:00 horas de la presente jornada, en el Estadio Omar Odriozola de la ciudad de Paso de los Toros, se esparcieron las cenizas del reconocido futbolista uruguayo Fabián O’Neill. En ese lugar, familiares, amigos, integrantes del club local Defensor y autoridades municipales, estuvieron presentes dando su último adiós al extraordinario ex jugador de fútbol.
“Quiero agradecer a la gente que vino, a la que siempre estuvo presente y a la que no pudo venir también. Fueron momentos duros los últimos días, decidimos hacer todo esto con ustedes porque siempre fueron parte y fueron considerados amigos, algunos no tanto, pero siempre han ayudado a mi padre y a mi familia”, manifestó Flavio, hijo de Fabián O’Neill, en la despedida de su padre.
Fabián O’Neill conocido por el “Mago” falleció el pasado jueves 25 de diciembre, con tan solo 49 años de edad, en el sanatorio de Médica Uruguaya en la ciudad de Montevideo. O’Neill venía arrastrando problemas de salud desde hacía varios años, producto de sus problemas con el consumo del alcohol. La noticia del fallecimiento del Mago impactó no solo al ambiente futbolero nacional, también a nivel internacional, y fueron varios ex compañeros del fútbol profesional que dieron su pésame y lamentaron la pérdida.
“Hoy llora la camiseta 10. Hoy se detiene la magia para recordar a Fabián O´Neill, uno de los jugadores que despertó más admiración con la camiseta de Nacional. Se fue uno de los nuestros. Hasta siempre Mago” , decía así el twitter de Nacional.
Un talento único e irrepetible
Fabián O’Neill nació el 14 de octubre de 1973 en Paso de los Toros, es en esa pequeña ciudad norteña del Uruguay donde mostraría sus enormes condiciones como jugador de fútbol que, tan pronto a los 16 años, fue fichado por el Club Nacional de Fútbol de Montevideo. Es en el tricolor que en el año 1992 pasó a primera y jugaría por un lapso de tres años.
En 1995 entró en el fútbol europeo, puntualmente con en el Cagliari de Italia. En el año 2000 sería su despegue, O’Neill era fichado por uno de los clubes más grandes de la historia; la Juventus. Junto al francés Zinedine Zidane, el jugador isabelino jugaría en ese club hasta el año 2001. Aunque su estadía en la Vecchia Signora fue corta, el reconocimiento estaba más que ganado. “Fue el mejor jugador con quien me tocó jugar”, declaró en más de una ocasión Zidane. Por sus cualidades como mediocampista hábil, gran gambeteador y definiciones exquisitas, el isabelino dejó su nombre marcado en la historia de la Liga Italiana.
Jugaría un año más en ese país, primero en el Perugia y por último en el Cagliari, pero con una actuación muy acotada en ambos equipos.
Con la celeste
En 1993 es citado para la Selección de Uruguay. Su primer partido con la camiseta celeste fue frente a Estados Unidos por un partido de Copa América. Con la selección charrúa jugaría hasta el año 2002, logró ir al Mundial de Corea Japón de ese año, aunque no pudo tener minutos de juego. Lamentablemente, la selección de aquel entonces dirigida por el también isabelino Víctor Púa, quedó eliminada en fase de grupo del Mundial.
En su retiro
Es en el año 2003 en Nacional, que el Mago colgaría sus zapatos, partiendo de nuevo para su Paso de lo Toros, donde se dedicaría a apoyar como dirigente al Club Defensor de esa ciudad. Fabián O´Neill en su carrera como jugador de fútbol logró amasar una fortuna de más de 14 millones millones de dólares, pero que la dilapidó según él en «caballos lentos, mujeres rápidas y timba (apuestas)”.
Pero, además, el retiro de las cancha de O´Neill lo dejó aún más expuesto a su adicción al alcohol. Fue esa adicción la gran causante de que la vida del Mago se tambaleara desde lo profesional hasta lo familiar. Ya en como jugador de fútbol tomaba alcohol, imagínate hoy”, decía para una entrevista televisiva del año 2014, Fabián O´Neill. Es en ese mismo año que se publicó su libro biográfico “Hasta la última gota” de los escritores Federico Castillo y Horacio Varoli. El sugestivo título de la obra aborda, en parte, la problemática de O’Neill con el alcohol.