Ciencia
Curtina, fósiles del arroyo malo
Por el Prof. Jorge S. Da Silva|
Introducción
La riqueza paleontológica en el departamento de Tacuarembó es muy variada, desde el Paleozoico hasta el Cuaternario. Abarca aproximadamente trescientos cincuenta millones de años. Aquí, solamente se considerarán los fósiles de no más de 40.000 años de antigüedad rescatados en las planicies del arroyo Malo, próximas al pueblo Curtina.
Datos históricos
A partir del inicio de la creación del Museo de Geociencias de Tacuarembó (MGT), año 1985, se realizaron muchas visitas a las barrancas del arroyo Malo en procura de rescatar fósiles de la Fm Sopas (Formación Sopas, en la cuenca basáltica del norte de Uruguay). En la mayoría de las tareas de rescate se realizó acompañado con equipo de colaboradores del museo.
Arroyo Malo
Este arroyo se origina en las proximidades de Villa Tambores; el cauce se ha desarrollado en rocas de origen volcánico –basaltos– hasta el pueblo de Curtina. Es allí donde comienzan a aparecer rocas sedimentarias areniscas dela Fm Tacuarembó de edad jurásica; encima de las mencionadas areniscas, se ha formado planicie de inundación con capa de sedimentos escasamente consolidados, de edad cuaternaria –Fm Sopas–. El divagar del cauce dentro de dicha planicie de inundación ha creado barrancas y erosionado parte del a Fm Sopas, dejando a la vista, con frecuencia, fósiles.
Formación Sopas
Esta unidad geológica caracterizada por sedimentos con alto contenido de limos y arcilla, además conglomerados de cantos rodados y arenas gruesas, ha facilitado la conservación de los restos óseos de los animales que murieron en el área. Con frecuencia los conglomerados poseen cantos, que provienen de única fuente, los basaltos; cantos rodados de basalto, ágatas, cristales de cuarzo, cornalinas, ceolitas entre otros. También posee cementos de naturaleza calcárea, producto de la disolución parcial de huesos o de las conchillas de moluscos, y óxidos de hierro, confiriéndole mayor resistencia a la erosión.
Características del afloramiento
Barrancas cuyas dimensiones son varias centenas de metros de longitud por uno a dos metros de altura. En la base predominan conglomerados, en la parte media posee rocas débilmente cementadas de naturaleza limosa, y en la parte superior se desarrolló suelo muy profundo rico en humus.
En el primer metro desde la base de las barrancas se encuentran: piezas dentarias de mamíferos, pequeños huesos, como falanges, huesos largos, fragmentos de huesos indeterminados, osteodermos –plaquetas de armadillos–, cráneo, caparazón y valvas, casi todas enteras.
Contenido fosilífero
Moluscos: se han conservado bastante bien.
Reptiles: quelonios (tortugas)
Mamíferos: roedores: carpincho, coendú,
Armadillos: gliptodontes,
Cérvidos: ciervos
Equinos: caballos
Perezosos: megaterio, scelidoterio, lestodon
Liptoternos: macrauchenia
Notoungulados: toxodonte
Estado de conservación de los fósiles
Muchos de los fósiles evidencian traslados por las aguas torrenciales, como que los animales fueron muriendo en charcas que luego se secaron. Corrientes de aguas, producto de lluvias torrenciales, desarticularon los esqueletos y distribuyeron los huesos según el tamaño y peso de los mismos. La recirculación de aguas en el interior de los sedimentos, suele deteriorar cuando no destruir los huesos que quedaron sepultados.
El grado de conservación de los fósiles encontrados dentro de la Fm Sopas es con frecuencia deficiente. Dependiendo mucho de las circunstancias de su evolución después que murieron los animales, algunos huesos revelan desarticulación de los esqueletos por efecto de los carroñeros, a ello se suma la degradación al estar expuesto al aire, en otros casos, el enterramiento de los esqueletos fue rápido evitando su deterioro por la exposición sub aérea. La recirculación de las aguas en el interior del sedimento produjo la re movilización del carbonado de calcio de huesos y caparazones de moluscos, lo que ha facilitado el deterioro parcial de la mayoría de los fósiles.
Trabajos de rescate llevado por el MGT
Se conformó un equipo informal de colaboradores del museo, que gracias a los mismos se pudo realizar la mayor parte de rescate de fósiles del área de Curtina. Alcides Caorsi, Edgardo Puentes, Ernesto Michoelsson, Carmen Chagas, Selva Kuster, y otros que en menor grado también se sumaron a la tarea de rescate de fósiles. Se contó con la valiosa colaboración del Sr. Lavié, dueño de uno de los campos de donde se extrajeron los fósiles.
En un afloramiento en barranca localizada al sureste de Paso Colman, se encontraron parte de la caparazón y cráneo de gliptodonte. Nos ayudaron los integrantes de la familia Saralegui, superficiarios del campo.
Metodología seguida
En buena parte de las tareas de rescate se usó yeso para extraer el fósil con el máximo cuidado, debido al estado delicado de los mismos. Una vez retirado los fósiles, se procedió a su limpieza, el traslado de los mismos requirió de cuidados extremos, con el propósito de salvar su integridad. Una vez incorporado al Museo de Geociencias de Tacuarembó, y si era necesario, se le barnizó con gomalaca para evitar su deterioro, en esta etapa se debe destacar la dedicación y paciencia del Sr. Alcides Caorsi y de la integrante del museo, señora Miriam Duarte.
En el MGT
A los fósiles rescatados, se le daba entrada, registrando en el libro de entrada, donde se anotaba fecha de extracción, procedencia del fósil y responsable de su extracción e incorporación al museo. Luego se procedía a su adecuación para su exhibición, si correspondía.
Posteriormente, con la valiosa ayuda de los paleontólogos de la Facultad de Ciencias de la UDELAR se determinaron buena parte de los mismos. Muchos de los fósiles han sido estudiados en profundidad, y se han incorporado al acervo científico a través de publicaciones presentadas en congresos nacionales e internacionales.
Lo que nos dice el contenido paleontológico
Es posible, que los restos óseos encontrados dispersos y fragmentados, nos sugieran de condiciones de gran sequía, lo que obligó a buena parte de la fauna de la zona se concentrara en las últimas charcas con agua en antiguo cauce del arroyo. Posteriores lluvias torrenciales provocaron que las aguas fluyeran con gran energía, adquiriendo la capacidad de remover y desarticular los esqueletos de los animales que habían muerto en dichas charcas en procura del vital elemento.
Las aguas torrenciales del cauce se encargaron de distribuir los huesos según su tamaño y peso, previo rodarlos y en muchos casos fragmentarlos.
Es deseable, que en un futuro Curtina cuente con un museo del pago donde también se exponga y preserve los fósiles que se rescaten en las barrancas del arroyo Malo.
Artículo de Revista La Estrella