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Los nobles y humildes campos arenosos de Tacuarembó

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Por Rodolfo Franco Aquino|

Para la edición de Agosto de la revista La Estrella escribíamos sobre los “campos duros” es decir, para la región del centro norte del país los campos de “Basalto”. En esta oportunidad haremos una breve referencia a los campos “arenosos”, situados al este de la Cuchilla de Haedo, la que se encuentra separando (o uniendo) ambos paisajes.

Los campos arenosos son muy diferentes a los campos “duros” del Basalto, casi podríamos decir que bastante opuestos en varias de sus características, aunque ambos  con algunas condiciones descriptas como desventajosas. Entre las principales características de los campos arenosos, es sin duda su textura arenosa, lo que le imprime varias características: a. suelos “livianos” (contrario a suelos pesados arcillosos), lo que se relaciona a su baja resistencia al trabajo mecánico producto de la baja presencia de materia orgánica y contenido de carbono b. la textura arenosa  se caracteriza por un tamaño grande de sus partículas, lo que hace que tenga menor poder para retener nutrientes y una alta permeabilidad al agua. El resultado es el “lavado” de los nutrientes en la profundidad del suelo y un color amarillo característico por la baja materia orgánica c. en condiciones de suelo “virgen”, es decir sin laboreos, los suelos de arena tienen buena aireación producto del tamaño de sus granos y la presencia de oxígeno entre sus partículas. Ahí el caso contrario es un suelo muy arcilloso donde no deja pasar ni aire ni agua (impermeable). d. la baja capacidad para retener nutrientes y por tanto acumular materia orgánica hace que sean suelos de baja fertilidad natural y e. asociado a lo anterior, suelos que se caracterizan por ser muy ácidos (bajo PH), condición que restringe las posibilidades para introducir diversas especies de cultivos y forrajes.

También los suelos arenosos en la región son muy profundos, los más profundos del país. Mas de 2 metros de suelo, que sirven para acumular agua (que se va permeando y completando su perfil) y sobre todo la posibilidad de que las raíces de los vegetales puedan hacer una gran exploración en búsqueda del vital elemento. Por ahí una de las principales factores por los cuales se incentivó la plantación forestal. Su profundidad es una capacidad muy positiva, donde en comparación con otros suelos, cuando ocurren períodos de sequía son los campos de mayor “aguante”. En veranos calientes, o en épocas de sequía se puede en pocos km pasar de campos con abundante pasto en las zonas de areniscas a campos “amarillos”, de pasturas muy comprometidas del basalto superficial. Crecí escuchando que los campos “de arena” “salvaban” muchos ganados traídos del Basalto en las secas.

Sus pasturas son principalmente de las familias de las gramíneas y de producción primavero-estival lo que se relaciona a las características antes descriptas. Otra vez, una condición superior a otros tipos de suelos: son los campos que mas producen en verano!. Claro, el problema es que en invierno bajan mucho su producción. Por ese motivo, esta región fue una zona históricamente “criadora”, por la razón de que permitía ajustar los importantes requerimientos de la vaca de cría en la primavera, con la importante producción de pasto de primavera verano de estos campos. Esta región proveedora de los terneros y terneras para el país, hoy está fuertemente forestada.

Bajo la Ley Forestal N.º 15939 aprobada en 1988 que declaró estos suelos como de “prioridad forestal” determinó importantes inversiones en plantaciones de monocultivos de pinos y eucaliptos a partir de incentivos. A impulso de esta ley, un tipo de suelo con características únicas en el país se encuentra ampliamente plantado por monocultivos de árboles. Por allí, alguna versión que pudo escucharse, campos “que solo sirven para plantar árboles”. Una frase muy alejada de la realidad, también ofensiva, que visibiliza una profunda ignorancia.

Los alrededores de Tacuarembó (Ciudad) se caracteriza por la presencia de los suelos arenosos, donde cientos de familias de pequeños productores y productoras aseguran su alimento y su sustento produciendo en esta tierra, que aunque humilde muy generosa. Producción lechera, de carne, producción ovina, de animales de granja, horticultura, fruticultura etc. y los hermosos y casi leyendas, los viñedos. Una región de muchos productores y productoras familiares que pueblan y generan tejido social desde zanja de los bagres, zapará, quiebra yugos, rincón y cerro de la aldea, rincón de tranqueras, bonilla, sauce de batoví y batoví, entre otros lugares. Todos en esta humilde tierra frágil y arenosa. Poblaciones actuales pero también nucleamientos de población originaria que se han servido de esta región para su sustento. Una tierra que por ser humilde también de fácil laboreo, por caballos, bueyes y tractores modernos que siguen año tras año produciendo alimentos. Vaya mentira esa cuestión de que solo sirve para plantar árboles. Acá en mi barrio un lechero produce todos los años leche y bastante, en esta humilde arena, como para que en el barrio el litro de leche salga más barato y que cantidad de gurises ayuda!.

La región de areniscas de Tacuarembó-Rivera tienen el papel de nada más y nada menos que recargar el Acuífero Guaraní. Todo lo que hagamos mal arriba de ella repercutirá en la calidad y cantidad de agua de una de las reservas de agua dulce mas grande del mundo. Un datito nomás para finalizar este artículo. Hasta la próxima…

Artículo de Revista La Estrella, Tacuarembó.

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