Cultura

20 años de la Cátedra Washington Benavides

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Por algún motivo hace un siglo o más se crearon muchas instituciones, especialmente sociales y deportivas. Lo notamos cuando pasamos frente a sus grandes edificios, en cuyas fachadas leemos las fechas de sus fundaciones. Actualmente, solo muy difícilmente se funden nuevos clubes ni se construyan esos edificios.

En términos históricos la Cátedra Washington Benavides es una institución reciente, pese a que acaba de cumplir 20 años, desde aquella tardecita del 3 de noviembre de 2005, en que se hacía su lanzamiento en el Centro de Capacitación CAT. La idea fue de ex alumnas del insigne profesor (María Stella Olivera Prietto, Nair Alderete, María Teresa Puentes, etc.), con los objetivos de hacer un homenaje en vida, pero a la vez de generar un espacio para organizar actividades culturales que por entonces no fluían demasiado en nuestra ciudad. Seguramente hubo una inspiración en la Cátedra Alicia Goyena, de Montevideo. A esta idea, se sumó el apoyo de la Maestra Teresita Pérez, quien ocupaba la Dirección Departamental de Cultura.

No era un club deportivo, ni social. Era un Colectivo con objetivos netamente culturales, científicos, filosóficos y artísticos, lo cual lo convierte en una rara avis en el interior de nuestro país, donde son muy escasos los ejemplos de instituciones culturales privadas, no dependientes de ningún organismo público.

Inmediatamente la Cátedra comenzó a organizar una muy importante cantidad de actividades, hasta que el 4 de diciembre de 2009 con presencia del Profesor Washington Benavides, se suscribieron los estatutos de la Cátedra Washington Benavides, que la convirtieron en una asociación civil. Estos estatutos se firmaron en el local de la entonces Casa de la Universidad. Es que por años las primeras reuniones de Directivas transcurrieron en dicho local, o en el Club Tacuarembó. También en estos locales y en otros se organizaron los eventos artísticos.

A partir del año 2015 la Cátedra comenzó a tener sede propia, primeramente en calle Sarandí, y luego en la calle Gral. José Artigas, en la calle Dr. Luis A. de Herrera, durante la pandemia en la calle Joaquín Suárez, y actualmente y desde unos años en Mtra. María Olimpia Pintos 170. Esto permitió que desde entonces se realizaran distintos tipos de talleres, siendo emblemático el taller literario de la Prof. María Stella Olivera Prietto, premiado con el Morosoli, o los breves talleres que brindaba Circe Maia sobre poesía y traducción, entre decenas de ellos. También se pudo formar la biblioteca popular Dr. Tomás de Mattos (con más de 2000 volúmenes), que él mismo inauguró, en ocasión de presentar un libro de su amigo Mario Delgado Aparaín. 

Son muchos los escritores, historiadores e intelectuales en general que presentaron sus obras en la Cátedra Washington Benavides, o dieron charlas, o se realizaron exposiciones, o eventos musicales. También desde el año 2015 se instituyeron los Tributos a Eduardo Darnauchans en el entorno de los 15 de noviembre, con la visita siempre de notables músicos. 

Utilizando la metáfora benavideana de la carrera de postas que es la vida, donde un corredor le pasa a otro el palito llamado “testimonio”, y así hasta llegar a la meta, entendemos que esta institución ha llevado ese legado estos veinte años, pero que la carrera no termina, y que otras generaciones lo seguirán llevando.

Recientemente se han elegido las nuevas autoridades de la Cátedra, siendo desde este mes: Directiva Leonardo Gularte (Presidente); Zenia Ortíz (Vicepresidenta); Loreley Amaro (Secretaria): Alicia Bentos Pereyra (Tesorera); Victoria Barrios (vocal) Comisión Fiscal: Omar Dollanarte, Adán Ferreira, Carmen Rebuffo.

Usted puede apoyar esta institución, haciéndose socio de la misma.

De Revista La Estrella|

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